miércoles, 14 de agosto de 2013

Hay cosas con las que ningún tipo de broma tiene gracia.

He escuchado decir al Sr. Ángel Blasco, creador del blog Algarabía, detenido la semana pasada acusado de hacer apología del uso de las armas y de una falta por maltrato animal, que todo lo que aparece en él es de un personaje ficticio creado para provocar con el humor.

No puedo más que llenarme de rabia y mucha tristeza cuando veo las fotos del perro podenco debilitándose hasta morir en el salón de su casa, de ese cernícalo herido pero aún vivo a su lado con el que se fotografía mientras simula leer un libro y con el que acaba fotografíandose nuevamente con él muerto en el hombro no sin antes haberle quitado dos plumas que muestra, una en su cabeza cual indio y otra en su mano. O viendo ese vídeo en el que afirma, de forma poética, haber mantenido relaciones sexuales con su perra.
Es ofensivo para esos animales y mucho también para todos los que tenemos que vivir, cada uno de nuestros días, esa crueldad en primera persona.

Dice que este tipo de muestras es algo habitual entre los animalistas.
Jamás uno de nosotros se fotografiaría al lado de un animal moribundo tocando la flauta y colocando el cráneo de otro perro a su lado. Es burlesco y degradante para el animal que agoniza. No le encuentro la gracia. 

Ya sufrimos bastante provocación cada día por parte de los dueños de ciertos animales maltratados como para tener que aceptar que el que dice ser 'uno de los nuestros' quiera encontrar algo de humor en todo esto. El que quiera conocer lo que sufre un animal abandonado sólo tiene que visitar una de las cientos de webs de protectoras de animales que hay en este país.

Los animales que tristemente acaban falleciendo en nuestra asociación lo hacen con calma, en silencio, sin fotos, sin videos, medicados para fallecer sin dolor y con las caricias y el respeto de los voluntarios que le acompañan.

Si el Sr. Blasco hubiera dedicado su tiempo a buscar una solución real de ayuda para el perro enfermo y el cernícalo herido en vez de en hacerse fotos provocadoras con ellos, quizás hubiera podido salvar sus vidas. ¿Buscaba ayudarles o hacer un performance con ellos?

Si la intención era provocar, desde luego conmigo y con mis compañeros de la protectora, lo ha conseguido.

Creo que el Sr. Blasco ha sobrepasado el límite de la provocación en lo que a sufrimiento animal se refiere. Hay cosas con las que ningún tipo de broma tiene gracia.