domingo, 11 de agosto de 2013

Para que esto cambie hay que remar hacia adelante.



No se me ocurre una forma mejor para empezar este blog que usar la frase que hoy me ha dedicado un querido amigo. Le comentaba mi esperanza de nuevos aires ante el cambio de dirigente en una administración que nos toca de cerca y su respuesta ha sido “Lorena, para que esto cambie, lo que hay que hacer ahora es empujar y remar”. ¡Cuánta razón! No desesperar, no desanimarse y nunca dejar de remar hacia adelante. El problema aparece cuando es la misma administración, esa que debería agradecer el trabajo de las ONGs, ese que les evitamos hacer, la que rema no sólo en sentido contrario, sino llenando nuestra barca de las piedras más pesadas.

Nunca he comprendido por qué nuestra ‘guerra’ empieza con la administración en vez de con las personas que dañan a los animales. Pero esto es así. La Asociación denuncia hechos de maltrato a los animales y entonces empieza ‘la pelea’. ¿No deberíamos estar en el mismo barco y luchar juntos para prevenir el abandono y el maltrato y para aplicar la ley de forma seria contra el maltratador? Pero parece ser que esto es sólo la teoría. La práctica es la siguiente: la Asociación denuncia hechos claros de maltrato a un animal. La administración suele dar una primera respuesta cerca, muy cerca del plazo permitido según la Ley. En esta primera respuesta no se suele informar de las faltas que han sido sancionadas ni de la cuantía de la sanción y, en las ocasiones en las que sí se informa, suelen estar muy por debajo de lo que marca la Ley. Continúa ‘la pelea’. Escrito de respuesta, de nuevo respuesta de la administración, escrito de Queja al Síndic de Greuges para que intervenga en entre la Asociación y la administración,…. Y pasan los meses e incluso los años hasta que se aplica la sanción correspondiente, si tenemos la suerte de que finalmente sea así. Esto sin contar que en muchos casos, durante estos plazos, el animal sigue sufriendo los malos tratos que se denunciaron meses atrás.

¿Tan complicado es comprobar los hechos y sancionar según marca la Ley? Sin descuentos, sin contar las diferentes faltas como agravantes sino como lo que son, faltas individuales y especificadas en la Ley como tales, sin valorar que el daño a varios animales es un agravante y no daños individuales como individuos que son.

He llegado a la conclusión, tras muchos años, de que no es algo personal de los dirigentes de la administración, sea del color que sea, contra esta Asociación, sino viejas inercias de trabajo que cuesta mucho cambiar.

Los dirigentes de nuestra administración necesitan un baño de realidad, esta que nos toca a nosotros muy de cerca. Me gustaría invitarles a acompañarme a una, dos o tres denuncias de rescate de un animal maltratado. Esos nervios, ese olor del lugar donde vive, esa mirada del animal y ese daño en vivo les daría una perspectiva mucho más realista de la situación, y quizás así valorarían en primer lugar la necesidad urgente de ayudar al animal maltratado y dejarían de valorar estas denuncias como artículos de la ordenanza y cuantías a la baja para la sanción al maltratador.

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